sábado, 3 de noviembre de 2012


Historia de un adiós eterno
 La Sombra de la noche

¡Como borramos el tiempo!
Que con nuestros seres queridos
Hemos pasado en nuestra vida
De tantos momentos vividos

Si nuestra historia es de instantes
De dulce y  agras sabor,
¿Cómo ocultar lo innegable
A nuestro frágil corazón?

Las despedidas son tristes
Aun más cuando sin retorno son.
Se apaga la llama ferviente
De una joven ilusión




¡Amores sin condición!
En el aire se desvanecen,
Algunos se van al cielo
Como campos que florecen

Cuando un ser querido parte
Hacia el descanso eterno
En principio no se encuentra la paz,
No es posible un consuelo

Mas, con el transcurrir del tiempo
Las heridas se cicatrizan;
Si bien no hay cura definitiva
El dolor se suaviza

Nacen luces de esperanza
Y quien está en el mas allá
Puede gozar tranquilo
Y descansar en paz

  
Se hace inevitable el llanto
Y el vacío sentir
Pero debemos luchar
Para volver a sonreír

La muerte no es un final
Sino el paso a otra etapa
Llena de luz y amor,
Donde reina la esperanza

Hoy que me encuentro en duelo
Mi corazón sabe en paz
Que más temprano que tarde
El sol en mi brillará

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